• EL AVISO RECIBIDO ANTES DEL ATENTADO

    Surge agregado tanto en el trámite de la instrucción a cargo del juez Galeano como en el otro vinculado que tramita ante la Corte Suprema de Justicia de la Nación acerca de la voladura de la embajada de Israel en Buenos Aires, un cable procedente de la embajada argentina en El Líbano y fechado el 28 de mayo de 1994 (CA ELBNO 010217/1994) en el cual un funcionario del servicio exterior allí radicado anunciaba bajo la referencia "ATENTADO EN ARGENTINA" que un diario local había reproducido unas declaraciones atribuidas al guía espiritual del Hezbollah, Cheikh Mohamed Hussein Fadlallah, motivadas en el secuestro del dirigente integrista libanés Moustapha Dirani atribuido a efectivos israelíes y en las que se daba cuenta que aquél grupo estaba, en respuesta, planificando el modo de "crearle un problema a Israel" para obligarlo a que respete sus causas (y al respecto se exponía que el frente se había ya extendido a todo el mundo y a lo largo del tiempo, y que los combatientes musulmanes habían probado ya que sus manos podían "llegar a la Argentina").

    Para dar contexto a esa información, merece destacarse que en relación con ese anuncio, el propio juez Galeano expuso en la resolución ya aludida del mes de marzo los siguientes comentarios:

      • que "en forma previa al atentado existió un recrudecimiento del conflicto entre israelíes y grupos de apoyo a las causas libanesa y palestina, paralelamente a que se estaba desarrollando el proceso de paz en Medio Oriente. Nos ilustran en tal sentido el contenido de los cables enviados por las representaciones diplomáticas argentinas en los países de la región" y "esta situación resulta similar a la que tuvo lugar en forma inmediatamente anterior al atentado contra la Embajada de Israel en Buenos Aires";
      • que "así las cosas, con fecha 21 de mayo de 1994 un comando israelí secuestró al dirigente del Hezbollah, Mustapha DIRANI, en la región de Bekaa; el día 2 de junio de 1994 la Fuerza Aérea Israelí bombardeó un campo del Hezbollah en Kawkaba, dando muerte a alrededor de cuarenta combatientes; el 23 de junio de 1994 fue asesinado con cargas explosivas el dirigente del Hezbollah Mohamed Hussein Merhi MORTADA o Mahmud Said MORTADA, mientras circulaba en su automóvil en dirección a Nabatiyeh", por lo que "entonces, resulta preciso evaluar las declaraciones realizadas por distintos líderes del Hezbollah como consecuencia de tales hechos";
    • que así, "ocurrido el secuestro del líder integrista Mustapha DIRANI, con fecha 28 de mayo de 1994 [el Sheik FADLALLAH, líder espiritual del Hezbollah] profirió amenazas captadas por los medios libaneses, que hicieron clara referencia al atentado contra la sede diplomática israelí en Buenos Aires. La parte pertinente del discurso habla por sí sola: ‘la resistencia tiene mucho oxígeno, el enemigo ha dicho que tiene la mano muy larga pero los combatientes musulmanes han probado luego del asesinato de ABBAS MUSSAUI, que sus manos pueden llegar a la Argentina. El frente se ha extendido a todo el mundo y la batalla se desarrollará a lo largo del tiempo’ -v. cable nro. 010217/94 de la Embajada de la República Argentina en el Líbano, de fecha 28/5/94" (aunque omitió referir de él aquellos otros tramos en los que se decía "que debía efectuarse una respuesta que provoque ‘un problema’ al estado hebreo" para lo cual Hezbollah debía "reflexionar con calma, actuar y planificar en silencio");
      • que "el enfrentamiento armado en el Sur del Líbano generaba ataques y represalias de ambas partes. Dentro de este contexto tuvieron lugar determinados hechos que provocaron la pública promesa de venganza por parte del Hezbollah, tal como había sucedido dos años antes cuando el 17 de febrero de 1992 un comando israelí asesinó al Secretario General del Hezbollah, Jeque Abbas MUSAWI, su esposa e hijo, a raíz de lo cual el líder espiritual de esa agrupación, Jeque FADLALLAH, refirió: "...Israel no escapará a la venganza. Hemos recibido el mensaje, no hace falta responder en forma emotiva...";
      • que "al evaluar esta situación, y teniendo en cuenta las declaraciones que siguieron al secuestro de DIRANI y el ataque al campamento de Kawkaba, resulta evidente que ambas acciones de parte de las Fuerzas Armadas israelíes constituyeron hechos sumamente graves para los combatientes del Hezbollah";
      • que "de esto no caben dudas en base a las declaraciones realizadas por los máximos líderes de la agrupación, FADLALLAH y NASRALLAH, como así también por Zakariya HAMZE, quien se desempeñara como el segundo de DIRANI, y según el experto en terrorismo Magnus RANSTORP sería uno de los miembros más importantes del Aparato de Seguridad Central Nacional del Hezbollah";
      • que "el análisis del discurso indica que la lucha se trasladaría al ámbito mundial, que se extendería a todos los frentes, anunciándose que se repetiría una acción de similares características a la del año 1992 en Buenos Aires. Es decir, en un lugar ajeno y distante al teatro de operaciones en la zona de conflicto"; siendo que "realmente era factible que el teatro de operaciones se pudiera haber trasladado a nuestro país; el atentado contra la sede de la embajada israelí en 1992 lamentablemente indicaba dicha circunstancia con más fuerza que la de una mera posibilidad";
      • que "en base a todo lo expuesto, puede concluirse que a la época de los hechos bajo estudio existieron básicamente dos factores que confluyeron para la toma de decisión del ataque contra el edificio de la calle Pasteur: en primer lugar boicotear el proceso de paz que se estaba desarrollando a lo largo de esos años, y, en segundo lugar, tomar revancha de las acciones de las Fuerzas Armadas israelíes, que pueden haber funcionado como desencadenante inmediato"; y
      • que "los acontecimientos suscitados en mayo y junio de 1994 en el Líbano (secuestro de Mustapha DIRANI y bombardeo en Kawkaba), hacían esperar una represalia por parte de los grupos afectados. Por ello los círculos de seguridad israelíes pusieron en alerta a sus oficinas e instalaciones tanto en el interior como en el exterior, y a sus soldados a lo largo de la frontera norte con el Líbano".

    Y en tal contexto corresponde explicar ahora que el relevamiento cablegráfico que esta Unidad se encuentra concretando en Cancillería permitió constatar la existencia de otra comunicación, apenas posterior a ésa en la que se informa sobre el "anuncio de represalia" (o la "pública promesa de venganza por parte del Hezbollah" acerca de que "repetiría una acción de similares características a la de 1992 en Buenos Aires"); aunque estrechamente vinculada a la anterior, como es el cable CA DANMO 010149/1994 según el cual la Dirección de Africa del Norte y Medio Oriente de la Cancillería retransmitió esa "amenaza", "fuera de la Cancillería", "para la Secretaría de Inteligencia del Estado" y la "atención" de su encargado de "asuntos institucionales... Sr. Molina Quiroga", el 31 de mayo de 1994.

    Toda vez que surge de lo actuado que por entonces el aludido agente de inteligencia se desempeñaba en la central de reunión exterior de esa Secretaría como jefe de la división de enlaces con cancillería y "tenía contacto con los cables", fue que ya en marzo de este año se pidieron los informes del caso al organismo de inteligencia acerca del tratamiento que sus agentes debieron darle a la cuestión –y se requirió la remisión de toda documentación que se le vincule-; en atención a que como señala el propio juez Galeano en la resolución antecitada, de un lado existían "informes de inteligencia que señalaban la colaboración que miembros del gobierno de la República Islámica de Irán brindan al Hezbollah para la realización de sus actividades criminales en el exterior, ya sea otorgando cobertura diplomática, facilitando medios logísticos y financieros o proporcionando elementos materiales para la realización de atentados", y de otro, "realmente era factible que el teatro de operaciones se pudiera haber trasladado a nuestro país" siendo que "luego del atentado del año 1992... el objetivo judío-israelí más representativo en la Argentina, pasó a ser la sede de la AMIA./DAIA".

    Se destaca finalmente que la única respuesta que se recibió al respecto de la Secretaría de Inteligencia se limitó a negar que en algún momento se haya recibido de la Cancillería aquella amenaza; frente a las constancias obrantes en poder de la Cancillería y pese a que se solicitó expresamente la colaboración del secretario Toma, a quien además se le explicó detalladamente la trascendencia de la tarea encomendada.

    Cuanto se vincula al cable del caso fue puesto oportunamente en conocimiento de los fiscales de la instrucción –además del de los magistrados que se encargan del juicio oral en curso, y de aquel que se debe ocupar de la investigación de las irregularidades que se denunciaron cometidas en la investigación por los agentes de inteligencia-, a quienes además se anunció elevar cuanta información fuera acumulada de la que ya se solicitó para determinar debidamente la cuestión.