La Unidad Especial de Investigación (U.E.I.) fue creada en el ámbito del Poder Ejecutivo Nacional para que coordine la acción de sus organismos destinada al esclarecimiento del atentado del 18 de julio de 1994 contra la sede de AMIA y la identificación de aquellos que fueran sus responsables.

Se integró con especialistas de la Policía Federal, la Prefectura Naval, la Gendarmería Nacional, la Secretaría de Inteligencia, el Servicio Penitenciario Federal y la Oficina Anticorrupción, y cuenta además con una Secretaría Ejecutiva encargada de arbitrar los recaudos necesarios para lograr un eficaz desempeño, en procura de la prosecución de las pesquisas que aún se encuentran pendientes tras la clausura de la instrucción judicial que se ordenara en relación con aquellas cinco personas a quienes se está juzgando por participación en el hecho que nos ocupa.

A fin de garantizar esos objetivos se concentró la coordinación de sus acciones en un funcionario con jerarquía política y capacidad de decisión suficientes como para atender los requerimientos que se le formulasen tanto en la instrucción principal del atentado como en las actuaciones que de cualquier manera se le vinculen; estableciéndose además que podría efectuar investigaciones por iniciativa propia, comunicando sus resultados a las autoridades intervinientes.

Así, ya en el primer informe de gestión se reseñó la pesquisa de aquellas cuestiones que se encontraban pendientes cuando aún no se había constituido la U.E.I. y que pasaron entonces a constituir su plan inicial de acción junto con otras cuestiones relativas al deterioro institucional expuesto en la instrucción, ante la necesidad de confirmar o descartar que las irregularidades advertidas fueran piezas del entramado de planificación, ejecución y encubrimiento del atentado, y si sus autores se beneficiaron de la ilícita cobertura de toda una serie de personas que por sus funciones estaban obligadas a contribuir a su sometimiento a la acción de la justicia.

A partir de lo cual, la labor de esta U.E.I. se encuentra destinada tanto a la dilucidación de cuestiones que se refieren propiamente a la comisión del atentado, como a otras vinculadas sea con la obtención de un más apropiado marco institucional en la Administración para proveer a los investigadores de la información que se requiere, sea con la determinación de las maniobras que fueran destinadas a desviar el curso de las pesquisas.